Como sabréis la vid, desde principios del siglo XX se cultiva injertada sobre pie americano. Existen diferentes patrones de vid americana sobre los que se injertan nuestras vides europeas, que en este caso denominamos variedad.
En el vídeo y en la foto podéis ver lo que sucede cuando la cabeza del injerto (donde se une el pie o portainjertos y la variedad) queda enterrado, la variedad puede desarrollar sus propias raíces, lo que a la larga supone la anulación del prota-injertos.
La consecuencia más crítica de este efecto en el viñedo
, puede deberse a que estás plantas, serán sensibles a lo ataques de filoxera, que podrían terminar con la muerte del individuo.
También la anulación del porta-injertos, supone la eliminación de los efectos beneficiosos que hubiéramos querido que este nos aportase, como reducción del vigor o resistencia a sequía, soportar carbonatos….
Otra cuestión que cabe destacar en este vídeo, es que en suelos pedregosos y profundos, en ausencia de riegos por goteo y evitando entradas en producción demasiado tempranas, conseguimos desarrollar cepas con raíces muy potentes y profundas, que garantizarán un viñedo de futuro, que será capaz de soportar condiciones más extremas en los años próximos, ya que su capacidad de prospección del suelo en muy importante, a pesar de la alta densidad de plantación de este ejemplo, que son 5.000 plantas por hectárea.
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