¿cuanto nos cuesta mantener controladas las plantas adventicias o malas hierbas que crecen en nuestro viñedo? ¿cual es su coste económico, energético, ambiental y de fertilidad de nuestras viñas?
Existe una gran variedad de respuestas a esta pregunta y esto se debe a los diferentes sistemas de gestión del suelo, laboreo total, utilización de herbicidas, manejo de cubiertas vegetales.
Si nos atendemos a la gestión tradicional que se ha realizado de los suelos en España, mediante el laboreo permanente, igualmente tenemos que hablar de una gran diferencia de datos en función de la región, el tipo de suelo y la edad del viñedo.
Los primeros años puede tener sentido eliminar competencia, pero a la larga perderemos fertilidad |
¿pero tanto puede afectar estos condicionantes al gasto de mi explotación y sobre todo a la fertilidad del suelo?
La respuesta es rotundamente SIIIIIIII.
La diferencia puede ser tal que entre unos viñedos y otros el gasto en la gestión del suelo y el control de malas hierbas puedo suponer el 10% del coste de la explotación y en otros casos el 40%. Si hablamos de datos absolutos, podemos hablar de diferencias de hasta 800€ por hectárea y año, en el mismo sistema de gestión, sólo diferenciado por la edad de la viña y el tipo de suelo.
Es curioso como ante propuestas de mejora en protección de plagas o en el manejo de la vegetación, muchos propietarios de viñedos se echan las manos a la cabeza por pensar -!!!es que eso me cuesta mucho!!!!- cuando igual estamos hablando de 50€/ha, pero ese mismo propietario no tiene ningún problema en labrar la viña cada vez que hay un periodo de lluvias, sin saber que el coste de esas operaciones, le están suponiendo un coste anual de 500 o 1100 € por hectárea y año.
Soy un poco obsesivo en llevar el control de coste por operaciones y tipos de trabajo en la viña, pero esto me permite analizar esta serie de cuestiones y sobre todo analizar alternativas de una manera más racional.
Pero no sólo hablamos de un coste económico, el laboreo continuo y más aún la aplicación de herbicidas tienen consecuencias desastrosas sobre la fertilidad de los suelos de nuestros viñedos: mineralización excesiva de materia orgánica, salinización, contaminación, bloqueo de nutrientes, erosión, perdida de vida microbiana, selección de malas hierbas muy resistentes y adaptadas a nuestra técnica de manejo….
Podríamos seguir, pero prefiero utilizar el espacio en buscar soluciones.
Las cubiertas vegetales, permanentes, temporales, vivas, muertas (acolchados)…. son una alternativa muy interesante y menos costosa que los sistemas tradicionales de laboreo y herbicidas, pero es que además tienen un efecto determinante en la mejora de la fertilidad del suelo, incremento de la materia orgánica, incremento de la vida del suelo, incremento de la complejidad de los ecosistemas, prevención frente a las enfermedades, control del vigor, reducción de la erosión, control de la evaporación directa, mejora en la asimilación de nutrientes, reducción de las carencias….
Existen muchas técnicas para implantar una buen sistema de manejo del suelo, una cubierta que nos genere todas las ventajas mencionadas, sólo hay que analizar bien cada situación y tener la mente suficientemente abierta, no hay soluciones universales y normalmente lo mejor solución está más cerca de lo que nos pensamos y es el aprovechamiento de los recursos y las especies de nuestra zona, adaptadas a nuestro clima y nuestros suelos.
Hay que desterrar dos mitos, que las cubiertas vegetales en la viña son difíciles y más costosas de manejar, nada más lejos de la realidad y para ello os pondré otro día una comparativa de costes. El otro mito es que hay una mayor competencia con los recursos hídricos, si entendemos como funciona el agua en el suelo, conceptos como evapotranspiración del cultivo, evaporación directa del suelo, entenderemos que esto no tiene por que ser así, si hacemos un buen manejo de la cubierta y eliminamos su posible competencia en los meses de máxima necesidad.
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