No hay nada como romper esquemas para encontrar nuevas soluciones. Y hoy lo haremos con la polilla, el oídio y sus tratamientos, afectadas por el peso de la costumbre y de prácticas generalizadas en la viña pero a todas luces erróneas.
Cada campaña se realizan de media 8 tratamiento para controlar las principales plagas enfermedades de la vid, pero…. ¿Y si se pudieran hacer menos y con mejores resultados? Estaríamos reduciendo costes y, a la vez, mejorando la calidad de nuestra cosecha.
Sobre un gráfico de la curva de vuelo de la polilla del racimo (Lobesia botrana) he establecido los tratamientos principales sobre las principales plagas y enfermedades de la vid. En próximas entregas trataremos de explicar cómo se hace un buen seguimiento de la polilla, pero ahora este gráfico sólo nos sirve de ejemplo para ver cómo debemos posicionar los tratamientos y para ver la simplificación y el error que se comete cuando se pretenden agrupar los mismos, para ahorrar o intentar tratar para controlar dos plagas al mismo tiempo.
Lo que se debería hacer
Los tres tratamientos de oídio los posicionamos según el estado fenológicos de la planta (10cm., inicio de floración y grano guisante) el cuarto tratamiento de oídio es prescindible casi todos los año. Los tratamientos para polilla, que se posicionan según la curva de vuelo (normalmente cercano pico de la curva de vuelo o unos días después, pero dependerá del producto a utilizar). Os he colocado también el momento óptimo para tratar ácaros y piral, pero su aplicación o no, estará siempre supeditada a los niveles de población
Lo que quiero que observéis es que los momentos de aplicación de polilla no coinciden con los de oídio, entonces ¿Por qué se trata el mismo tiempo?
En este gráfico siguiente os pongo lo que mucha gente hace: Peligrosa Simplificación
El resultado de esta segunda y errónea estrategia, es que no controlemos bien ninguna de las plagas y las enfermedades tratadas, tengamos una pérdida importante de la calidad y la cantidad de cosecha y además necesitemos tratamientos tardíos más caros y menos efectivos.
Los efectos económicos de una mala gestión de plagas son muy superiores a tener que realizar uno o dos tratamientos más cada campaña. En próximas entregas veremos ejemplos reales con valoraciones económicas.
¿Hay alternativas a realizar 8 tratamientos por campaña?
La respuesta es SI. Pronto veremos también ejemplos donde conseguimos reducirlos a tres tratamientos al año, pero esto será en próximas entregas
Deja un comentario