Salvo situaciones excepcionales el oídio no debería estar presente nunca en nuestro viñedo, ya que la estrategia de control es muy clara, eficaz y sencilla. Pero requiere tener en cuenta aspectos importantes, que se aplique en el momento (estado fenológico preciso) no antes o después y que el producto a aplicar este bien dosificado y bien distribuido por toda la superficie vegetativa de nuestro viñedo.
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Cepa con ataque de oidio en todos sus órganos verdes (flores, sarmiento y hojas) |
estado F, racimos visibles |
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grave ataque en plena floración, por no realizar tratamientos previos 1 y 2 |
inicio de ataque en el estado K (grano tamaño guisante) |
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ataque muy severo en envero, consecuencia de una mala estrategia a lo largo de toda la campaña |
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